Objetividad

jueves, junio 21, 2007

Hoy el día transcurrió lento, como esperando. La cantidad de horas fue la misma, pero la calidad no, y no crean que es algo subjetivo lo que estoy diciendo (o mejor dicho escribiendo, digo mejor escrito, escribo mejor escrito...) no, no es algo subjetivo, como un estado de ánimo que hubiera reinado en mí durante el día de hoy, fue el día y no yo el que estuvo lento, pesado, aburrido, daba la sensación maldita de que lo único que se podía hacer era esperar, la sensación de espera sí era mía, pero me la transmitía el día, si no hubiese sido por el día, yo no hubiese sentido nada, podríamos decir (escribir) que fue una sensación provocada por el día de hoy, y no que fui yo el que, por pura arbitrariedad, sintió que había que esperar.

Me senté a esperar, pero el día no, el día siguió pasando, entonces me di cuenta de que era un mal día, escribo esto queriendo significar que el día tenia la calidad de malo, que era un día malo, y no que fue un mal día para mí en particular, sino que me di cuenta de la maldad que poseía el día al hacer sentir a las personas (como a mí, ejemplo particular de la regla general que rigió hoy) que había que esperar, pero él, el día, no lo hacía, y nadie que posea bondad hace sentir a los demás la idea de hacer algo que ellos no harían, ya que si no hacen ese algo es porque lo consideran nocivo, si lo considerasen bueno, ellos también lo harían.

Cuando llegué a esta conclusión empecé a maldecir al día de hoy por ejercer acción tan cruel.

Pero ahora estoy empezando a sospechar no solo de la maldad del día sino también de las personas, o al menos de la gran mayoría de ellas, ya que no oí a nadie maldecir al día, por lo tanto, deduzco que deben estar de acuerdo con este tipo de acciones tan bajas, y si están de acuerdo, es porque ellos hacen lo mismo.


Dino Wanionok
16/09/98
01:37